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Guía de práctica clínica para el manejo de la desnutrición o el riesgo de desnutrición en el adulto
Clinical practice guideline for the management of malnutrition or the risk of malnutrition in adults

Ano de publicação: 2021

La desnutrición es un estado de nutrición caracterizada por una deficiencia de energía, proteínas y otros nutrientes que provoca efectos adversos en el cuerpo humano, impactando en la funcionabilidad y en el resultado clínico (1, 2). Las principales causas de la desnutrición están orientadas a una ingesta insuficiente, problemas en la digestión o absorción, alteración de las necesidades metabólicas de nutrientes y pérdida excesiva de nutrientes (3). Siendo la desnutrición asociada con la enfermedad causada en principio por la inflamación propia de la enfermedad, lo que causa alteraciones metabólicas. Asimismo, una reducción de la ingesta de alimentos o de la absorción de nutrientes, combinada con una inflamación aguda o crónica por alguna enfermedad adicional, puede provocar una alteración de la composición corporal y una disminución de la función, la cual se denomina desnutrición asociada a una enfermedad o a una lesión (1, 2). En el Reino Unido la prevalencia de desnutrición en los adultos es 25% (4) aumentando progresivamente en los adultos mayores. En Irlanda la media de riesgo de desnutrición en los pacientes que ingresan a los centros hospitalarios es de 30% (5). Además a nivel de Latinoamérica se ha observado una prevalencia de riesgo nutricional de 41%(6).. A nivel nacional se ha observado que en un hospital de alta complejidad como el “Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen” en el Servicio de Cirugía de Emergencia se realizó tamizaje para detectar riesgo de desnutrición, hallándose un 34.5% de pacientes con riesgo de desnutrición de moderada o severa al momento del ingreso. En cuanto a su evolución nutricional durante la hospitalización, el 16% empeoró en su estado nutricional (7). La optimización de la detección, manejo y monitoreo de los casos de desnutrición podría tener impacto en reducir su morbimortalidad y complicaciones(8). Por ello, el Seguro Social de Salud (EsSalud) priorizó la realización de la presente guía de práctica clínica (GPC) para establecer lineamientos basados en evidencia para gestionar de la mejor manera los procesos y procedimientos asistenciales de la presente condición. Esta GPC fue realizada por la Dirección de Guías de Práctica Clínica, Farmacovigilancia y Tecnovigilancia del Instituto de Evaluación de Tecnologías en Salud e Investigación (IETSI) de EsSalud.